APRENDER A ESTAR EN SOLEDAD
APRENDER A ESTAR EN SOLEDAD
Muchas
familias se sienten inquietas porque sus hij@s no saben estar sol@s para jugar,
para relajarse, para dormir…. ¿qué está ocurriendo en estos casos?.
El “no saber
estar a solas” indica simplemente que aún no se ha adquirido un aprendizaje más, que
está íntimamente relacionado con otros procesos psico-afectivos, cognitivos y
de logro de habilidades.
Aprendemos a estar a solas a lo largo de la vida, al igual que también aprendemos a relacionarnos.
Melanie Klein nos habla de un sentimiento de soledad del bebé que le provoca sufrimiento y es dis-placentero por no sentirse escuchado en sus necesidades y momentos vitales. También vemos bebés jugando con sus manos, sus pies, o bien con objetos con gran estado de concentración y alegría, o niñxs que juegan largos ratos a solas sin demandar la intervención adulta. Va a depender de la personalidad y del grado de atención de que sea capaz, y lógicamente dependerá de la edad, de los hábitos adquiridos y de la situación vital, así como del tipo de juego que ocupe su necesidad y atención actuales. Tampoco es lo mismo estar ocupándose en hacer algo en soledad o estar a solas con un@ mism@ sin hacer nada aparentemente. La diferencia está en cómo se vive esa soledad.
Aprendemos a estar a solas a lo largo de la vida, al igual que también aprendemos a relacionarnos.
Melanie Klein nos habla de un sentimiento de soledad del bebé que le provoca sufrimiento y es dis-placentero por no sentirse escuchado en sus necesidades y momentos vitales. También vemos bebés jugando con sus manos, sus pies, o bien con objetos con gran estado de concentración y alegría, o niñxs que juegan largos ratos a solas sin demandar la intervención adulta. Va a depender de la personalidad y del grado de atención de que sea capaz, y lógicamente dependerá de la edad, de los hábitos adquiridos y de la situación vital, así como del tipo de juego que ocupe su necesidad y atención actuales. Tampoco es lo mismo estar ocupándose en hacer algo en soledad o estar a solas con un@ mism@ sin hacer nada aparentemente. La diferencia está en cómo se vive esa soledad.
Aprendemos a estar a solas a lo largo
de la vida, al igual que también aprendemos a relacionarnos.
Desde mi
punto de vista, influye además el tipo
de vínculo que mantenga el niñ@ con sus cuidadorxs principales, que le permita
explorar alejado de la vista, sin ansiedad ante ausencias; la autoestima y necesidad de valoración positiva en la actividad y
la necesidad de compartir y jugar
repetidamente para aprender un rol determinado. Juegue con adultxs o con
otrxs iguales.Como dice Jaime Rojas Bermúdez en el aprendizaje
intervienen memoria, juego y dramatización como procesos facilitadores del
registro, elaboración y perfeccionamiento de las informaciones, como ejemplo,
en la narración de historias: lxs chicxs demandarán la repetición,
dramatización y el juego de personajes complementarios (“perseguidor-perseguido”
,”buen@- mal@”, etc.) , las veces pertinentes, con la emoción y reflexión necesarias, e implicándose activamente hasta conocer y
comprender en profundidad la estructura de la narración- juego.
Estar en
soledad consigo mismx, con actividad motriz o no, se trata pues de una conducta y
un sentimiento que requiere de bastante madurez bio-psico-social para su logro.
¿Qué opináis ?.
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